jueves, 31 de diciembre de 2009

# Sin categoria.


Este es el principio de un día
y el final de una noche, que la vida
quiso que viera, que el río quiso
que oliera, que las estrellas
dijeron, que eras para mi.
Que mi mundo cambio, que las galaxias y
constelaciones, se unieron, me imaginaron
despierta, escuchando a la mañana
el sonido de su voz, de su triste melodía
que yo sabia, que algún día extrañaría.
Brillando, cumpliendo esa promesa
que te dejé con el café,
esa tristeza que me llevé
con el placer
esas miradas que pensé
que no ibas a obtener.
Miles de esperanzas pueden pasar
sin dejar rastro alguno,
cantidades de amores pueden hoy
habitar, sin dejar dolor alguno
puñados de arroz, me puedes hoy
dibujar, y que mi mente
piense, que todavía,
que todavía,
estés
ACÁ.

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